Autor/es: Jorge Ramón Bertrand
Editorial: Leviatan
Edición: 2020
Encuadernación: rústica con solapas
Páginas: 560
Idioma: castellano 
Dimensiones: 14 x 20 cm 
ISBN: 9789878381305

Los sucesos se concentran en las vidas de hombres emprendedores con objetivos totalmente opuestos. Uno de ellos es el coronel de la policía fronteriza boliviana Ramón Moya en Yacuiba, Bolivia, a quien los lectores conocen por su participación en la novela anterior de este autor, “Lo que el río trae, el agua se lo lleva”. Este frío, calculador y avaro coronel tiene solamente una meta en su existencia, alcanzar los logros personales y financieros soñados y restaurar el poder político y económico burgués que sus antepasados y su progenitor dilapidaron con sus licensiosas vidas. No mira a quien destruye en su camino, sobre qué espalda camina, tampoco le importan los medios que utiliza para lograrlo, aplica su pérfida filosofía, y lo justifica con la consabida frase, “el fin justifica los medios.” Por el otro lado está el mítico, soñador e idealista Che Guevara que ha elegido a Bolivia, el país en ese momento histórico más pobre de América del Sur, para plantar la semilla de la revolución marxista cubana y luego expanderla al resto del continente sudamericano. Muchos hechos, fechas y lugares geográficos así como los nombres de los protagonistas bolivianos, estadounidenses, cubanos y de otras nacionalidades que participan en la campaña revolucionaria del Che mencionados en la novela son auténticos al igual que las anotaciones de su diario personal incautado en el momento de su captura. El desenlace final muestra a los dos protagonistas principales junto a otros personajes de esta historia, como caen trágicamente en sus propias Trampas de Ambiciones. El resto de la novela es pura ficción.

Jorge Ramón Bertrand nació en Rosario, provincia de Santa Fe el 28 de octubre de 1940. A los 5 años se radicó en la ciudad de Córdoba donde se educó. En 1968 emigró a los EE.UU. contratado por la Corporación Flúor, segunda empresa más grande del mundo de construcción e ingeniería donde trabajó 24 años en la industria petrolera, química y petroquímica en 10 países. En 1992 la multinacional Philip Morris lo empleó como consultante para el diseño y montaje de fábricas de cigarrillos en Turquía, Rusia, Ucrania, Rumania, Lituania, Grecia, Venezuela y Filipinas. Reside alternativamente en Rusia, los EE.UU. y Argentina. Siempre le encantó escribir y ahora, ya retirado, es su pasatiempo preferido.