Autor/es: Javier Velasco
Editorial: Maten al mensajero
Edición: 2018
Encuadernación: rústica con solapa
Páginas: 216
Idioma: castellano
Tamaño: 15 x 20 cm
ISBN: 9789874498021

Escribe Eduardo Abel Giménez sobre el libro: "Javier Velasco trae a sus amigos de la cuadra directo de la infancia. Vienen con los brillos y opacidades de la memoria: son héroes de entrecasa, nobles y traviesos, dueños de verdades que los adultos ni sospechan. Si en la casa los padres deciden, en la calle los chicos se mueven a gusto. A primera vista, “La barranca de la muerte…” parece un libro para descansar: el dibujo limpio, la narración transparente, promueven la ilusión de que la vida es fácil. El metalero motociclista tiene buen corazón. Entonces bajamos la guardia, y se multiplica el efecto de lo que no se resuelve: la mujer que cada día saca un banquito a la vereda para sentarse a llorar; el inmigrante que dice que las palomas sí saben volver; las familias incompletas; el padre que tiene encerrado a su hijo. Ahí también se mete el futuro de esos chicos, un par de veces nomás, con una contundencia fatal"

La barranca de la muerte - Javier Velasco - Libro

$1.165
Sin stock
La barranca de la muerte - Javier Velasco - Libro $1.165
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Autor/es: Javier Velasco
Editorial: Maten al mensajero
Edición: 2018
Encuadernación: rústica con solapa
Páginas: 216
Idioma: castellano
Tamaño: 15 x 20 cm
ISBN: 9789874498021

Escribe Eduardo Abel Giménez sobre el libro: "Javier Velasco trae a sus amigos de la cuadra directo de la infancia. Vienen con los brillos y opacidades de la memoria: son héroes de entrecasa, nobles y traviesos, dueños de verdades que los adultos ni sospechan. Si en la casa los padres deciden, en la calle los chicos se mueven a gusto. A primera vista, “La barranca de la muerte…” parece un libro para descansar: el dibujo limpio, la narración transparente, promueven la ilusión de que la vida es fácil. El metalero motociclista tiene buen corazón. Entonces bajamos la guardia, y se multiplica el efecto de lo que no se resuelve: la mujer que cada día saca un banquito a la vereda para sentarse a llorar; el inmigrante que dice que las palomas sí saben volver; las familias incompletas; el padre que tiene encerrado a su hijo. Ahí también se mete el futuro de esos chicos, un par de veces nomás, con una contundencia fatal"