Autor/es: Utagawa Kuniyoshi
Editorial: Satori
Encuadernación: estuche en cartoné
Páginas: 22
Formato: 12,3 x 16,5 cm
ISBN: 9788494673214

Pequeñas piezas de arte para enviar, enmarcar o guardar como un tesoro

Utagawa Kuniyoshi (1797-1892), hijo un tintorero de seda, diseñaba patrones para las telas de su padre. Su talento llamó la atención del famoso maestro Utagawa Toyokuni, que lo tomó como aprendiz en 1811. En 1827, Kuniyoshi alcanzó el éxito comercial con una serie de grabados de guerreros, estableciendo las bases del estilo único e inconfundible que le daría gran fama.
Su prolífica obra se caracteriza por un fluido dinamismo, un intenso uso del color y una creatividad sorprendente. Abordó con maestría los temas clásicos del grabado japonés: samuráis, geishas, paisajes, leyendas… y gatos. Kuniyoshi plasmó en sus grabados su pasión por estos felinos, de los que siempre estaba rodeado, y a los que retrató con complicidad, veneración y sentido del humor. Presentamos 22 postales gatunas a todo color para enviar, enmarcar o guardar como un tesoro

El éxito le permitió abordar otras temáticas: paisajes, bellezas femeninas, actores de kabuki. Admirador del Impresionismo europeo, Kuniyoshi experimentó con técnicas occidentales, en especial la perspectiva y el sombreado. A finales de su carrera tuvo problemas con la censura, la que respondió con la sátira y la ironía de sus últimas obras.

Devoto de los gatos, Kuniyoshi representó a estos misteriosos felinos de manera humorística y satírica, convirtiéndose en el artista gatuno por excelencia en Japón.
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