Autor/es: Mónica López / Laura Aguerrebehere (Ilustraciones)
Editorial: La brujita de papel
Edición: 2019
Encuadernación: rústica
Páginas: 32
Idioma: español
Tamaño: 13 x 22 cm
ISBN: 9789874918222

Es la noche de Halloween, hay fiesta en las casas, chicos disfrazados y algunos sustos dando vueltas. También hay personajes que están muy confundidos y que salen a la luz una vez al año, como los zombies, las vampiresas, los fantasmas y los esqueletos. ¿Los viste deambulando por ahí? Tené cuidado porque podés llegar a morir… de risa. En este libro conocé a Humberto, un esqueleto que se desarma a cada rato al ritmo de un buen paso de baile.

Un libro en rima, con un humor disparatado, ilustraciones llenas de detalles y personajes tan entrañables que vas a querer tenerlos en tu casa, no solo la noche de Halloween, sino muchas noches más.

Mónica López nació junto con el invierno de 1967 en Capital Federal. Es docente y publicitaria; autora de novelas, cuentos, obras de teatro y poesías. Entre sus publicaciones encontramos las colecciones “Patitas”, “Libros al agua” y “¿En qué viajo?”; Cuentos como La Princesa Nostá,  El avión de papel, Tania, la superaraña, Claras a punto nieve, El cuarto de la tía,  Amigo invisible, Lucio Lacio, Amores cruzado, El gusano escultor, La serpiente coqueta y La langosta deportista; obras de teatro como Circo La Pirueta y El Monstruo verde; Novelas como Exploración Alto Planicie y A los pies del Halcón. También ha publicado libros junto a otras autoras, entre ellas Valeria Dávila, con quien ha escrito los álbumes ilustrados “Dicen que” y “Si yo fuera”, y la colección “Querido Diario” para La Brujita de Papel.

Actualmente forma parte de Nación Cracovia y Corrección profunda, talleres coordinados por Graciela Repún.

Laura Aguerrebehere. Se llama Laura Aguerrebehere, aunque todos sus amigos le dicen "la flaca". Nació en 1982 en La Plata, Buenos aires, y desde que recuerda anda con un lápiz en la mano dibujando. Desde muy chiquita le gustaron los libros de cuentos, confiesa que muchas veces solo miraba las ilustraciones, hasta que la lectura comenzó a atraparla. Pero lo que más le gustaba era dibujar. Esa pasión la acompañó siempre, por eso cuando tuvo que decidir qué iba a ser cuando fuera grande, entre todas las cosas que le gustaban como piloto de avión, arquitecta o astronauta, eligió estudiar Bellas Artes. Se recibió, trabajó haciendo escenografía en cine y en TV, y desde hace varios años está cumpliendo el sueño de su infancia de ilustrar libros para chicos.