Autor/es: Academia Argentina de Letras
Editorial: Colihue
Tapas: rústica
Idioma: Español
Cantidad de páginas: 800
ISBN: 9789876847636

En toda lengua hay diferentes variedades. De hecho, son estas variedades las únicas que tienen existencia observable, lo que los hablantes efectivamente conocen, producen y perciben. La lengua es una idealización que recoge lo común a todas estas variedades y busca establecer un código compartido que dé cuenta de lo que las personas de diversas latitudes, edades y clases sociales experimentan cuando, fuera de alguna palabra que no comparten, se entienden sin dificultad.
La lengua de la Argentina es el resultado del contacto del habla de quienes se asentaron en nuestro territorio durante la conquista y colonización española con la de los pueblos que lo habitaban originalmente y con la de quienes llegaron después en sucesivas olas inmigratorias. Es un código que nos permite comunicarnos con más de quinientos millones de hablantes, fronteras adentro y fronteras afuera. Al mismo tiempo, las variedades que se hablan en nuestro país contienen particularidades que no se registran en ninguna otra: es la realidad que subyace a la intuición de que existen palabras que son bien argentinas. Forman parte de la identidad nacional.
Es en esta área, la del léxico, la más dinámica de todas las que constituyen el fenómeno lingüístico, donde resulta crucial el trabajo de actualización de los diccionarios. Precisamente allí es donde la Academia Argentina de Letras tiene una de sus misiones históricas. La importancia de un diccionario radica tanto en su valor informativo o didáctico como en su capital simbólico. Por diversas razones y desde distintos espacios, ciertas palabras de cada variedad que no son compartidas por todos los hablantes de una lengua se convierten a menudo en objeto de estigmatización. Las obras lexicográficas, como la que publica ahora la Academia, tienen el potencial de validar las palabras que incluyen y de comunicar la idea de que esas valoraciones negativas carecen de fundamento. Son los hablantes, en última instancia, los únicos dueños de las palabras. La mayoría son compartidas. Otras, las incluidas aquí, son más propias de un país. Todas son herramientas fieles de comunicación y expresión a lo largo de la historia.
El Diccionario de la lengua de la Argentina constituye, entonces, una obra de referencia única tanto para quienes se dedican profesionalmente al estudio y la enseñanza de la lengua o, en general, a las ciencias sociales como para todo lector que desee interiorizarse en el patrimonio léxico propio de nuestro país.

 

Diccionario de la lengua de la Argentina - Academia Argentina de Letras

$47.200
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Autor/es: Academia Argentina de Letras
Editorial: Colihue
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Idioma: Español
Cantidad de páginas: 800
ISBN: 9789876847636

En toda lengua hay diferentes variedades. De hecho, son estas variedades las únicas que tienen existencia observable, lo que los hablantes efectivamente conocen, producen y perciben. La lengua es una idealización que recoge lo común a todas estas variedades y busca establecer un código compartido que dé cuenta de lo que las personas de diversas latitudes, edades y clases sociales experimentan cuando, fuera de alguna palabra que no comparten, se entienden sin dificultad.
La lengua de la Argentina es el resultado del contacto del habla de quienes se asentaron en nuestro territorio durante la conquista y colonización española con la de los pueblos que lo habitaban originalmente y con la de quienes llegaron después en sucesivas olas inmigratorias. Es un código que nos permite comunicarnos con más de quinientos millones de hablantes, fronteras adentro y fronteras afuera. Al mismo tiempo, las variedades que se hablan en nuestro país contienen particularidades que no se registran en ninguna otra: es la realidad que subyace a la intuición de que existen palabras que son bien argentinas. Forman parte de la identidad nacional.
Es en esta área, la del léxico, la más dinámica de todas las que constituyen el fenómeno lingüístico, donde resulta crucial el trabajo de actualización de los diccionarios. Precisamente allí es donde la Academia Argentina de Letras tiene una de sus misiones históricas. La importancia de un diccionario radica tanto en su valor informativo o didáctico como en su capital simbólico. Por diversas razones y desde distintos espacios, ciertas palabras de cada variedad que no son compartidas por todos los hablantes de una lengua se convierten a menudo en objeto de estigmatización. Las obras lexicográficas, como la que publica ahora la Academia, tienen el potencial de validar las palabras que incluyen y de comunicar la idea de que esas valoraciones negativas carecen de fundamento. Son los hablantes, en última instancia, los únicos dueños de las palabras. La mayoría son compartidas. Otras, las incluidas aquí, son más propias de un país. Todas son herramientas fieles de comunicación y expresión a lo largo de la historia.
El Diccionario de la lengua de la Argentina constituye, entonces, una obra de referencia única tanto para quienes se dedican profesionalmente al estudio y la enseñanza de la lengua o, en general, a las ciencias sociales como para todo lector que desee interiorizarse en el patrimonio léxico propio de nuestro país.