Autor/a: Graciela Pesce / Daniel Yarmolin
Editorial: Corregidor
Edición: Mayo de 2011
Encuadernación: Rústica
Páginas: 128
Idioma: Español
ISBN: 9789500519243

Estas “Letras de Tango” de Graciela Pesce vienen a demostrar una vez más el acierto de Leopoldo Marechal cuando definió al Tango como “una posibilidad infinita”. ¿Quién hubiese imaginado en las primigenias etapas de esta música de origen orillero, producto de la inventiva y creatividad de aquellos compadritos divertidos y alardeadores, que alguna vez sus letras serían dedicadas a los chicos para que las escuchen, las canten y se encuentren con retazos de sus mundos inasibles? Graciela Pesce encaró esa posibilidad con mucho de desafío y la resolvió airosamente. No escribió “Tangos infantiles”.Escribió “para los chicos”, con elementos de ese mundo escurridizo que ya mencionamos, con mucho de ingenuidad que roza una diáfana poesía, que como tal se dirige a todos los destinatarios posibles del género humano, chicos o no. Y si queremos traer un ejemplo, reproduzcamos estos versos de su tango ¡Araca! La abuela no inventó, por recurrir a uno de los tantos: “Y un grillo, que pensé que era un sueño, su canción con el viento/ en mi almohada grabó…” Es uno de los muchos que habitan las letras de Graciela y sobrevuelan sus versos. Que tienen la virtud de ser naturalmente cantables merced a la condición que exige la cancionística de todos los géneros: por estructura poética, rítmica y no forzada conjunción con las melodías. Y que impregnan de un clima de tango a cada canción por su lenguaje y sus juegos rítmicos, que muchas veces recurren a la milonga, la que también aparece en algunos tangos de fiel origen en el legendario 2 x 4, que regresa con la gracia que sabe contagiar su espíritu. Sintetizando: Graciela Pesce revela talento y oficio. Héctor Negro

Tango para chicos - Graciela Pesce / Daniel Yarmolinski - Libro

$13.600
Tango para chicos - Graciela Pesce / Daniel Yarmolinski - Libro $13.600
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Casa Mundus Moreno 1157 timbre "B", Monserrat, CABA - Argentina. - Lunes, martes y viernes de 10hs a 13hs. y miércoles y jueves de 11hs a 16hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Autor/a: Graciela Pesce / Daniel Yarmolin
Editorial: Corregidor
Edición: Mayo de 2011
Encuadernación: Rústica
Páginas: 128
Idioma: Español
ISBN: 9789500519243

Estas “Letras de Tango” de Graciela Pesce vienen a demostrar una vez más el acierto de Leopoldo Marechal cuando definió al Tango como “una posibilidad infinita”. ¿Quién hubiese imaginado en las primigenias etapas de esta música de origen orillero, producto de la inventiva y creatividad de aquellos compadritos divertidos y alardeadores, que alguna vez sus letras serían dedicadas a los chicos para que las escuchen, las canten y se encuentren con retazos de sus mundos inasibles? Graciela Pesce encaró esa posibilidad con mucho de desafío y la resolvió airosamente. No escribió “Tangos infantiles”.Escribió “para los chicos”, con elementos de ese mundo escurridizo que ya mencionamos, con mucho de ingenuidad que roza una diáfana poesía, que como tal se dirige a todos los destinatarios posibles del género humano, chicos o no. Y si queremos traer un ejemplo, reproduzcamos estos versos de su tango ¡Araca! La abuela no inventó, por recurrir a uno de los tantos: “Y un grillo, que pensé que era un sueño, su canción con el viento/ en mi almohada grabó…” Es uno de los muchos que habitan las letras de Graciela y sobrevuelan sus versos. Que tienen la virtud de ser naturalmente cantables merced a la condición que exige la cancionística de todos los géneros: por estructura poética, rítmica y no forzada conjunción con las melodías. Y que impregnan de un clima de tango a cada canción por su lenguaje y sus juegos rítmicos, que muchas veces recurren a la milonga, la que también aparece en algunos tangos de fiel origen en el legendario 2 x 4, que regresa con la gracia que sabe contagiar su espíritu. Sintetizando: Graciela Pesce revela talento y oficio. Héctor Negro