Autor/es:  O. Henry
Editorial:  Iamique
Edición: 2016
Encuadernación: cartoné
Páginas: 48
Tamaño: 15 x 15 cm
Idioma: castellano
ISBN: 9789588845678 

A este libro lo rodean varias circunstancias especiales, y no es para menos: editarlo fue nuestra manera de celebrar los 10 años de Tragaluz. Para empezar, la traducción fue un regalo que recibimos de Diego García, traductor de Un libro muy original. Salta a la vista que la razón para elegirlo está en el título, además del hecho de que en el desenlace de la trama resulta vital un tragaluz instalado en el último piso de una vieja residencia, suponemos que neoyorkina.

Por cuenta de esta hipótesis, llega la segunda circunstancia especial: El cuarto del tragaluz es una historia escrita por el gran maestro del relato corto, William Sydney Porter, mejor conocido como O. Henry. Antes de dedicarse a la escritura, O. Henry fue farmacéutico, ranchero, empleado bancario, humorista y periodista, fue prófugo y finalmente pasó unos años en la cárcel. Quizá fue esa colección de aventuras la que le dio una mirada capciosa sobre las escenas cotidianas de las clases medias y bajas que habitaban Nueva York, y de ahí también vendría su talento para los desenlaces sorprendentes.

La historia de El cuarto del tragaluz no está por fuera de su costumbre de darle una puntada final y magistral a los cuentos. O. Henry nos sitúa en un inquilinato al que llega la señorita Lesson, una mecanógrafa pobre, en busca de un cuarto para alquilar. El precio de la renta baja a medida que aumentan los pisos en la gran casona, así que termina alojada en el último cuarto. Por dos dólares se instala en el cuchitril con una única vista hacia el exterior ubicada en el techo. Entre lo poco que logra ver a través de la ventana, la señorita Lesson avizora una estrella de luz constante a la que bautiza Billy Jackson y que, por alguna razón, la alienta a soportar la precariedad del día a día. Este detalle es el trampolín hacia el final inesperado, muy al estilo O. Henry.

Volviendo a los aspectos que hacen de esta una edición única, debemos mencionar la ilustración. Este cuento fue el punto de partida de los ilustradores participantes de la convocatoria del III Premio internacional Tragaluz de ilustración de 2015, apoyado por Confiar. 240 artistas de 20 países nos enviaron sus propuestas, y entre todas ellas elegimos la que ven en el libro. Su autora es Sara Quijano, diseñadora de vestuario con énfasis en imagen ilustrativa/estilismo y producción de moda de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Actualmente reside en París y desde allí trabajó con nosotros.

Expuestos todos los detalles de la edición, solo resta decir que es un libro que creamos pensando en que reuniera los aspectos que caracterizaron la primera década de la editorial. Como si se trataran de los amuletos necesarios para consumar un ritual, combinamos la voz de un escritor mítico, la pluma de una nueva ilustradora, el regalo de un amigo –que en este caso es la traducción- y un diseño especial. Por medio de la publicación de estos ejemplares queremos contagiarlos de los motivos de nuestra celebración: somos afortunados por vivir de cerca el arte y la literatura, y por tener la oportunidad de seguir haciendo libros desde Medellín y para el mundo.
 

El cuarto del tragaluz - O. Henry - Libro

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Autor/es:  O. Henry
Editorial:  Iamique
Edición: 2016
Encuadernación: cartoné
Páginas: 48
Tamaño: 15 x 15 cm
Idioma: castellano
ISBN: 9789588845678 

A este libro lo rodean varias circunstancias especiales, y no es para menos: editarlo fue nuestra manera de celebrar los 10 años de Tragaluz. Para empezar, la traducción fue un regalo que recibimos de Diego García, traductor de Un libro muy original. Salta a la vista que la razón para elegirlo está en el título, además del hecho de que en el desenlace de la trama resulta vital un tragaluz instalado en el último piso de una vieja residencia, suponemos que neoyorkina.

Por cuenta de esta hipótesis, llega la segunda circunstancia especial: El cuarto del tragaluz es una historia escrita por el gran maestro del relato corto, William Sydney Porter, mejor conocido como O. Henry. Antes de dedicarse a la escritura, O. Henry fue farmacéutico, ranchero, empleado bancario, humorista y periodista, fue prófugo y finalmente pasó unos años en la cárcel. Quizá fue esa colección de aventuras la que le dio una mirada capciosa sobre las escenas cotidianas de las clases medias y bajas que habitaban Nueva York, y de ahí también vendría su talento para los desenlaces sorprendentes.

La historia de El cuarto del tragaluz no está por fuera de su costumbre de darle una puntada final y magistral a los cuentos. O. Henry nos sitúa en un inquilinato al que llega la señorita Lesson, una mecanógrafa pobre, en busca de un cuarto para alquilar. El precio de la renta baja a medida que aumentan los pisos en la gran casona, así que termina alojada en el último cuarto. Por dos dólares se instala en el cuchitril con una única vista hacia el exterior ubicada en el techo. Entre lo poco que logra ver a través de la ventana, la señorita Lesson avizora una estrella de luz constante a la que bautiza Billy Jackson y que, por alguna razón, la alienta a soportar la precariedad del día a día. Este detalle es el trampolín hacia el final inesperado, muy al estilo O. Henry.

Volviendo a los aspectos que hacen de esta una edición única, debemos mencionar la ilustración. Este cuento fue el punto de partida de los ilustradores participantes de la convocatoria del III Premio internacional Tragaluz de ilustración de 2015, apoyado por Confiar. 240 artistas de 20 países nos enviaron sus propuestas, y entre todas ellas elegimos la que ven en el libro. Su autora es Sara Quijano, diseñadora de vestuario con énfasis en imagen ilustrativa/estilismo y producción de moda de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Actualmente reside en París y desde allí trabajó con nosotros.

Expuestos todos los detalles de la edición, solo resta decir que es un libro que creamos pensando en que reuniera los aspectos que caracterizaron la primera década de la editorial. Como si se trataran de los amuletos necesarios para consumar un ritual, combinamos la voz de un escritor mítico, la pluma de una nueva ilustradora, el regalo de un amigo –que en este caso es la traducción- y un diseño especial. Por medio de la publicación de estos ejemplares queremos contagiarlos de los motivos de nuestra celebración: somos afortunados por vivir de cerca el arte y la literatura, y por tener la oportunidad de seguir haciendo libros desde Medellín y para el mundo.