Autora: Violeta Hemsy de Gainza
Editorial: Melos Ediciones Musicales (Ex Ricordi Americana)
Edición: 1997
Encuadernación: Rústica
Páginas: 160
Idioma: Español
ISBN: 9789876110303

La música es ante todo un lenguaje con el cual nos expresamos y nos comunicamos. Sólo cuando esta forma de expresión natural alcanza niveles de calidad superiores adquiere categoría de obra de arte. A través de la educación, los individuos enriquecen progresivamente su sensibilidad a partir de lo trivial y cotidiano.

Un cancionero folklórico o popular suele reflejar esa multiplicidad de calidades y aspectos individuales a través de los más variados giros poéticos y musicales. Encontraremos canciones que corresponden a distintos estados de ánimo, de humor, de mayor o menor profundidad o elevación.

Buena parte de mi colección de canciones -precioso arsenal acumulado a través de los años, de amigos y viajes- encontró adecuada ubicación en recopilaciones anteriores. Quedaban, sin embargo, por difundirse aún algunas melodías predilectas, en su mayor parte pertenecientes al cancionero tradicional español, tan próximo a nuestro origen y sensibilidad.

Aprovecho ahora para introducirlas junto a otras de diverso origen entre las que se cuentan clásicas canciones de campamento, pegadizas melodías europeas con textos originales, traducciones o nuevos textos en castellano, canciones y textos inéditos compuestos por amigos y por profesores en mis cursos pedagógicos, canciones creadas por mis pequeños alumnos (incluso algunas pocas en idioma inglés) y, en fin, un reducido número de cánones y canciones tradicionales argentinas y americanas que no llegaron a integrar las citadas colecciones de materiales anónimos.

El cancionero que ahora presento está constituido principalmente por canciones recreativas, género de fácil resonancia afectiva tanto en el niño como en el joven y el adulto. En lá medida en que también posea valores estéticos, la canción recreativa contribuirá a promover el proceso de toma de conciencia de los elementos musicales (característica esencial de la canción didáctica aunque sus elementos no se presenten dispuestos de la manera más favorable en relación a la enseñanza de determinado tema.

Al reunir estas canciones me preocupé muy especialmente por seleccionar un buen número de aquellas que pudieran merecer ambos calificativos -recreativo y didáctico- de modo que, de haber logrado mi propósito, con ellas será posible además de divertirnos cantando también aprender cantando.

Por tratarse, como dije, de un archivo personal de canciones y no de una antología, he preferido dedicar especial atención a la claridad, ordenamiento y sugerencias para el uso de este material, en vez de tratar de llenar las lógicas lagunas que podrían surgir en una colección de este tipo. Me pareció innecesario, por otra parte, repetir algunas divertidas canciones que ya se encuentran consignadas en los cancioneros mencionados y en varios otros que gozan de amplia difusión en nuestro ambiente y que seré importante tener a mano si se quiere diversificar e intensificar el alimento musical de nuestra juventud para responder a su apetito musical creciente, cada vez más claro y conscientemente expresado.

Gracias a una interesante experiencia pedagógica que tuve oportunidad de realizar en una escuela privada de esta Capital, pude comprobar la eficacia de este cancionero recreativo que contribuyó a atraer hacia la música a niños provenientes de otros establecimientos educativos en los que habían tenido un contacto negativo con la misma. Brevísimas sesiones semanales -alrededor de 15 minutos- de canto colectivo, dentro de un clima informal, sirvieron para matizar el trabajo escolar y se realizaron con la participación de la maestra del grado. Para poder llevar a cada grupo, cada semana, una nueva canción "exclusiva" debí movilizar hasta la última canción de mi archivo, aún aquéllas que desde hacía largo tiempo habían quedado un poco de lado a causa de un cierto tinte efectista. Sin embargo, comenzando por estas canciones de corte casi¨demagógico¨ fue posible ir recorriendo paulatinamente gran parte del camino que conduce a la Música, a partir del lugar en que los niños se encontraban, modificándose fundamentalmente la relación de las criaturas con la materia y con los profesores especializados encargados de realizar su educación musical de acuerdo con los programas y horarios establecidos.

Afirma Edgar Willems que la primera condición para poder realizar una educación musical es conseguir la adhesión del niño. La música nos permite comunicarnos con él, cualquiera sea su nivel de desarrollo intelectual, cultural o estético y ayudarlo a crecer y sensibilizarse, preparándolo para el placer del arte musical. En un momento en que se tiende a integrar los diversos tipos de música y las actividades musicales, nuestro deseo es contribuir, por una parte, a mejorar la calidad de los cancioneros que se utilizan en los campamentos y, por otra, inyectar una dosis de humor y de vida a los cancioneros didácticos. iCuántas vocaciones musicales nacen en el campamento y cuántas pueden deteriorarse en el aula!

Para divertirnos cantando - Cancionero - Recopilación de V. Hemsy de Gainza

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Autora: Violeta Hemsy de Gainza
Editorial: Melos Ediciones Musicales (Ex Ricordi Americana)
Edición: 1997
Encuadernación: Rústica
Páginas: 160
Idioma: Español
ISBN: 9789876110303

La música es ante todo un lenguaje con el cual nos expresamos y nos comunicamos. Sólo cuando esta forma de expresión natural alcanza niveles de calidad superiores adquiere categoría de obra de arte. A través de la educación, los individuos enriquecen progresivamente su sensibilidad a partir de lo trivial y cotidiano.

Un cancionero folklórico o popular suele reflejar esa multiplicidad de calidades y aspectos individuales a través de los más variados giros poéticos y musicales. Encontraremos canciones que corresponden a distintos estados de ánimo, de humor, de mayor o menor profundidad o elevación.

Buena parte de mi colección de canciones -precioso arsenal acumulado a través de los años, de amigos y viajes- encontró adecuada ubicación en recopilaciones anteriores. Quedaban, sin embargo, por difundirse aún algunas melodías predilectas, en su mayor parte pertenecientes al cancionero tradicional español, tan próximo a nuestro origen y sensibilidad.

Aprovecho ahora para introducirlas junto a otras de diverso origen entre las que se cuentan clásicas canciones de campamento, pegadizas melodías europeas con textos originales, traducciones o nuevos textos en castellano, canciones y textos inéditos compuestos por amigos y por profesores en mis cursos pedagógicos, canciones creadas por mis pequeños alumnos (incluso algunas pocas en idioma inglés) y, en fin, un reducido número de cánones y canciones tradicionales argentinas y americanas que no llegaron a integrar las citadas colecciones de materiales anónimos.

El cancionero que ahora presento está constituido principalmente por canciones recreativas, género de fácil resonancia afectiva tanto en el niño como en el joven y el adulto. En lá medida en que también posea valores estéticos, la canción recreativa contribuirá a promover el proceso de toma de conciencia de los elementos musicales (característica esencial de la canción didáctica aunque sus elementos no se presenten dispuestos de la manera más favorable en relación a la enseñanza de determinado tema.

Al reunir estas canciones me preocupé muy especialmente por seleccionar un buen número de aquellas que pudieran merecer ambos calificativos -recreativo y didáctico- de modo que, de haber logrado mi propósito, con ellas será posible además de divertirnos cantando también aprender cantando.

Por tratarse, como dije, de un archivo personal de canciones y no de una antología, he preferido dedicar especial atención a la claridad, ordenamiento y sugerencias para el uso de este material, en vez de tratar de llenar las lógicas lagunas que podrían surgir en una colección de este tipo. Me pareció innecesario, por otra parte, repetir algunas divertidas canciones que ya se encuentran consignadas en los cancioneros mencionados y en varios otros que gozan de amplia difusión en nuestro ambiente y que seré importante tener a mano si se quiere diversificar e intensificar el alimento musical de nuestra juventud para responder a su apetito musical creciente, cada vez más claro y conscientemente expresado.

Gracias a una interesante experiencia pedagógica que tuve oportunidad de realizar en una escuela privada de esta Capital, pude comprobar la eficacia de este cancionero recreativo que contribuyó a atraer hacia la música a niños provenientes de otros establecimientos educativos en los que habían tenido un contacto negativo con la misma. Brevísimas sesiones semanales -alrededor de 15 minutos- de canto colectivo, dentro de un clima informal, sirvieron para matizar el trabajo escolar y se realizaron con la participación de la maestra del grado. Para poder llevar a cada grupo, cada semana, una nueva canción "exclusiva" debí movilizar hasta la última canción de mi archivo, aún aquéllas que desde hacía largo tiempo habían quedado un poco de lado a causa de un cierto tinte efectista. Sin embargo, comenzando por estas canciones de corte casi¨demagógico¨ fue posible ir recorriendo paulatinamente gran parte del camino que conduce a la Música, a partir del lugar en que los niños se encontraban, modificándose fundamentalmente la relación de las criaturas con la materia y con los profesores especializados encargados de realizar su educación musical de acuerdo con los programas y horarios establecidos.

Afirma Edgar Willems que la primera condición para poder realizar una educación musical es conseguir la adhesión del niño. La música nos permite comunicarnos con él, cualquiera sea su nivel de desarrollo intelectual, cultural o estético y ayudarlo a crecer y sensibilizarse, preparándolo para el placer del arte musical. En un momento en que se tiende a integrar los diversos tipos de música y las actividades musicales, nuestro deseo es contribuir, por una parte, a mejorar la calidad de los cancioneros que se utilizan en los campamentos y, por otra, inyectar una dosis de humor y de vida a los cancioneros didácticos. iCuántas vocaciones musicales nacen en el campamento y cuántas pueden deteriorarse en el aula!