Autor: Enrique Espina Rawson
Editorial: Proa
Edición: 2010
Encuadernación: rústica
Páginas: 202
Idioma: español
ISBN: 978-987-1410-16-3

La evolución del tango, salvo raras excepciones, no se ha dado, y permanece cristalizado en las canciones fundacionales que se repiten incólumes y siguen emocionando a quien las escucha. Celedonio Flores, Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Catulo Castillo, Enrique Cadícamo, Alfredo Le Pera y Homero Expósito, por citar algunos nombres, escribieron letras perdurables, que no fueron superadas por quienes le sucedieron. Los espléndidos versos del tango canción de los años veinte, treinta y cuarenta permanecen ahí, pioneros y, al parecer, para siempre.

Sin embargo, el sentimentalismo y la cursilería es también parte de su acervo. Y este aspecto nos ocupa hoy, inspirados en Los cien peores tangos, nuevo libro de nuestro amigo Enrique Espina Rawson, y autor de la mayoría de los textos de esta revista.

En él, divertidamente, se analizan las letras, mostrando lo grotesco y la ridiculez artificiosa de algunos famosos tangos. En esos disparatados versos, los letristas utilizan palabras imposibles y rebuscadas; tampoco les faltan el dramatismo exagerado, los lugares comunes y el acartonamiento. Esas letras, expuestas en el libro, son rematadas con un comentario final, a veces demoledor, pero también con una sonrisa –hasta de indulgencia- que contagia a su lector.  ¡Es que hay cada letra…!

 

Los cien peores tangos - Enrique Espina Rawson - Libro

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Autor: Enrique Espina Rawson
Editorial: Proa
Edición: 2010
Encuadernación: rústica
Páginas: 202
Idioma: español
ISBN: 978-987-1410-16-3

La evolución del tango, salvo raras excepciones, no se ha dado, y permanece cristalizado en las canciones fundacionales que se repiten incólumes y siguen emocionando a quien las escucha. Celedonio Flores, Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Catulo Castillo, Enrique Cadícamo, Alfredo Le Pera y Homero Expósito, por citar algunos nombres, escribieron letras perdurables, que no fueron superadas por quienes le sucedieron. Los espléndidos versos del tango canción de los años veinte, treinta y cuarenta permanecen ahí, pioneros y, al parecer, para siempre.

Sin embargo, el sentimentalismo y la cursilería es también parte de su acervo. Y este aspecto nos ocupa hoy, inspirados en Los cien peores tangos, nuevo libro de nuestro amigo Enrique Espina Rawson, y autor de la mayoría de los textos de esta revista.

En él, divertidamente, se analizan las letras, mostrando lo grotesco y la ridiculez artificiosa de algunos famosos tangos. En esos disparatados versos, los letristas utilizan palabras imposibles y rebuscadas; tampoco les faltan el dramatismo exagerado, los lugares comunes y el acartonamiento. Esas letras, expuestas en el libro, son rematadas con un comentario final, a veces demoledor, pero también con una sonrisa –hasta de indulgencia- que contagia a su lector.  ¡Es que hay cada letra…!