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"La Vida" es un milagro de novedad y sensibilidad al mismo tiempo. Con pocos y cuidados elementos gestó una obra coherente y disfrutable, que vale la pena conocer. En un clima muy íntimo, y grabando canto e instrumento al mismo tiempo, logra un álbum debut que está muy por encima del promedio. En un clima muy íntimo, y grabando canto e instrumento al mismo tiempo, logra un álbum debut que está muy por encima del promedio de artistas debutantes. Con la excepción de Drume negrita, canción de cuna cubana de Eliseo Grenet aquí con el arreglo de Leo Brower, toda la música del disco es de la propia Agostina. La letra de una de las canciones (Nocturnos 1) es de Oliverio Girondo, cuya influencia se percibe también en ciertas letras como Linda luna lunea (casi un homenaje al poeta con sus neologismos lunares) y Yo quisiera ser una palmera (que a la vez tiene un lejano aroma a Federico García Lorca).
Se nota un fino trabajo con la poesía, tanto a la hora de escribir como a la hora de leer. Las piezas instrumentales que parecen rodear a las canciones (a veces con una bella melodía susurrada) son pequeñas joyas. Si bien el estilo no es el mismo, hay algo en Agostina Elzege que recuerda a músicos como Cecilia Zabala o Edgardo Cardozo. Quizás el hecho de dominar con tanta soltura guitarra y canto al mismo tiempo, o las melodías exigentes que se despliegan más de una octava como si nada.
El timbre de la voz de Agostina es muy personal, pero tiene una gran riqueza de inflexiones y con su variabilidad de acuerdo a las circunstancias de cada canción, logra conmover. Hacia el cierre del álbum, aparece la calma voz de Leo Maslíah como invitado en la última canción.
Un gran disco, inteligentemente producido, donde todo parece estar en su lugar. A prestarle mucha atención a esta artista.
1 Sola
2 Linda luna lunea
3 Pequeñas piezas de espera
4 Drume negrita
5 Me quiero contigo
6 Cambio
7 Nocturnos 1
8 Vínculos
9 Felicidad para Bernarda
10 Yo quisiera ser una palmera
Agostina Elzegbe voz, guitarra
Fecha de edición: 2013
Agostina Elzegbe - La vida - CD
"La Vida" es un milagro de novedad y sensibilidad al mismo tiempo. Con pocos y cuidados elementos gestó una obra coherente y disfrutable, que vale la pena conocer. En un clima muy íntimo, y grabando canto e instrumento al mismo tiempo, logra un álbum debut que está muy por encima del promedio. En un clima muy íntimo, y grabando canto e instrumento al mismo tiempo, logra un álbum debut que está muy por encima del promedio de artistas debutantes. Con la excepción de Drume negrita, canción de cuna cubana de Eliseo Grenet aquí con el arreglo de Leo Brower, toda la música del disco es de la propia Agostina. La letra de una de las canciones (Nocturnos 1) es de Oliverio Girondo, cuya influencia se percibe también en ciertas letras como Linda luna lunea (casi un homenaje al poeta con sus neologismos lunares) y Yo quisiera ser una palmera (que a la vez tiene un lejano aroma a Federico García Lorca).
Se nota un fino trabajo con la poesía, tanto a la hora de escribir como a la hora de leer. Las piezas instrumentales que parecen rodear a las canciones (a veces con una bella melodía susurrada) son pequeñas joyas. Si bien el estilo no es el mismo, hay algo en Agostina Elzege que recuerda a músicos como Cecilia Zabala o Edgardo Cardozo. Quizás el hecho de dominar con tanta soltura guitarra y canto al mismo tiempo, o las melodías exigentes que se despliegan más de una octava como si nada.
El timbre de la voz de Agostina es muy personal, pero tiene una gran riqueza de inflexiones y con su variabilidad de acuerdo a las circunstancias de cada canción, logra conmover. Hacia el cierre del álbum, aparece la calma voz de Leo Maslíah como invitado en la última canción.
Un gran disco, inteligentemente producido, donde todo parece estar en su lugar. A prestarle mucha atención a esta artista.
1 Sola
2 Linda luna lunea
3 Pequeñas piezas de espera
4 Drume negrita
5 Me quiero contigo
6 Cambio
7 Nocturnos 1
8 Vínculos
9 Felicidad para Bernarda
10 Yo quisiera ser una palmera
Agostina Elzegbe voz, guitarra
Fecha de edición: 2013