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Otros
Autor/es: Bruno Pedro De Alto
Editorial: Ciccus
Edición: 2013
Encuadernación: Rústica
Páginas: 272
Tamaño: 16 x 23 cm
Idioma: Castellano
ISBN: 978-987-693-019-2
Sinopsis:
La audacia de la División Electrónica de Fate
La empresa Fate de neumáticos es una empresa de capitales nacionales. A principios de la década de 1970 se diversificó, incorporando negocios en aluminio, a través de la empresa Aluar, y también en electrónica.
La División Electrónica fue una apuesta fuerte y atrevida: encaró la producción escalonada de calculadoras de escritorio y de mano, sistemas contables y finalmente, una computadora argentina, la Cifra 1000. Todos con componentes mayoritariamente nacionales. Tuvo un departamento de Investigación y Desarrollo con más de 100 ingenieros y científicos. Algunos habían participado del armado de CEFIBA, la primera computadora experimental argentina y otros formaron parte del Instituto de Cálculo y operado a la famoso Clementina. Fueron seleccionados por su Gerente Carlos Varsavsky, prestigioso científico de la UBA y que había sido llevado a Fate por Manuel Sadosky, el “padre” de la computación en Argentina. La división Electrónica de Fate logró en poco tiempo instalar las calculadoras Cifra como líderes en el mercado argentino y latinoamericano. La utopía de la “autonomía tecnológica” se hacía realidad.
Con el golpe de 1976 todo terminó. Dos arietes derribaron este proyecto de autonomía tecnológica: el fin de las protecciones y medidas de apoyo del Estado que recibió la empresa; y la apertura económica impulsada por el neoliberalismo del Ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, permitiendo la invasión de calculadoras y computadoras extranjeras que sí tenían apoyo de sus respectivos estados. Todo agravado con un creciente clima de represión, persecución política y exilio para su protagonistas.
Autonomía tecnológica - Bruno Pedro De Alto - Libro
Autor/es: Bruno Pedro De Alto
Editorial: Ciccus
Edición: 2013
Encuadernación: Rústica
Páginas: 272
Tamaño: 16 x 23 cm
Idioma: Castellano
ISBN: 978-987-693-019-2
Sinopsis:
La audacia de la División Electrónica de Fate
La empresa Fate de neumáticos es una empresa de capitales nacionales. A principios de la década de 1970 se diversificó, incorporando negocios en aluminio, a través de la empresa Aluar, y también en electrónica.
La División Electrónica fue una apuesta fuerte y atrevida: encaró la producción escalonada de calculadoras de escritorio y de mano, sistemas contables y finalmente, una computadora argentina, la Cifra 1000. Todos con componentes mayoritariamente nacionales. Tuvo un departamento de Investigación y Desarrollo con más de 100 ingenieros y científicos. Algunos habían participado del armado de CEFIBA, la primera computadora experimental argentina y otros formaron parte del Instituto de Cálculo y operado a la famoso Clementina. Fueron seleccionados por su Gerente Carlos Varsavsky, prestigioso científico de la UBA y que había sido llevado a Fate por Manuel Sadosky, el “padre” de la computación en Argentina. La división Electrónica de Fate logró en poco tiempo instalar las calculadoras Cifra como líderes en el mercado argentino y latinoamericano. La utopía de la “autonomía tecnológica” se hacía realidad.
Con el golpe de 1976 todo terminó. Dos arietes derribaron este proyecto de autonomía tecnológica: el fin de las protecciones y medidas de apoyo del Estado que recibió la empresa; y la apertura económica impulsada por el neoliberalismo del Ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, permitiendo la invasión de calculadoras y computadoras extranjeras que sí tenían apoyo de sus respectivos estados. Todo agravado con un creciente clima de represión, persecución política y exilio para su protagonistas.